En ciertas noches del frío invierno, mi estado meditabundo no permite que te apartes de mi mente ni un solo minuto, con una soledad escalofriante, me abrazó fieramente a tu recuerdo; por que no quiero permitirme olvidarte, ni por el mas mínimo de todos los instantes, mi corazón se aferra a tenerte presente, apoderándome de las huellas de tus besos en cada segundo, cada hora, por cada día.
Y lo peor de todo, es que no puedo gritartelo, tengo que callarlo, y aunque parezca increíble, lo hago simplemente por protegerte de mi, de mis malintencionadas acciones; de mis besos impregnados del veneno puro para tu alma, simplemente, para alejarte de la maldad anidada en mi cuerpo, y no es que sea esto por voluntad mía, sino que es el único regalo que puedo ofrecerte, tristemente, no puedo darte nada mas...no ahora....
Pero lo que mas me duele, es que soy una condena sobre tu espalda, tu deseo mas profundo para pecar, soy lo malo y prohibido de tu vida, siendo que no debería ni siquiera serlo; no tengo ningún derecho de atormentarte de ese modo, pero inevitablemente solo puedo ser una pena guardada en tus ojos, ocultos tras una amistad fingida, que nos lastima y consuela al mismo tiempo...inevitablemente, es la única manera de tenerte conmigo.... solo me ha de quedar la certidumbre de que, en algún momento, por alguna razón, podremos dejarnos de falsas dedicatorias y descubriremos que esas cosas grandiosas de nuestra vida se basan en el simple respirar del otro... esa es mi motivación en esta fría noche....
Y lo peor de todo, es que no puedo gritartelo, tengo que callarlo, y aunque parezca increíble, lo hago simplemente por protegerte de mi, de mis malintencionadas acciones; de mis besos impregnados del veneno puro para tu alma, simplemente, para alejarte de la maldad anidada en mi cuerpo, y no es que sea esto por voluntad mía, sino que es el único regalo que puedo ofrecerte, tristemente, no puedo darte nada mas...no ahora....
Pero lo que mas me duele, es que soy una condena sobre tu espalda, tu deseo mas profundo para pecar, soy lo malo y prohibido de tu vida, siendo que no debería ni siquiera serlo; no tengo ningún derecho de atormentarte de ese modo, pero inevitablemente solo puedo ser una pena guardada en tus ojos, ocultos tras una amistad fingida, que nos lastima y consuela al mismo tiempo...inevitablemente, es la única manera de tenerte conmigo.... solo me ha de quedar la certidumbre de que, en algún momento, por alguna razón, podremos dejarnos de falsas dedicatorias y descubriremos que esas cosas grandiosas de nuestra vida se basan en el simple respirar del otro... esa es mi motivación en esta fría noche....
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