Esquivando las luces del día, que han fatigado mi ánimo y mi fe, volviendo la cara a los recuerdos que he tirado al suelo, en un arranque de dolor, histeria, de profunda desesperanza.
Secando de mis ojos, las gotas que se vierten sobre las fotos, aquellas que capturaron un poco de esos, los días felices, donde estábamos inmersos en hermosas sonrisas, calurosos encuentros, que al mirarse hoy, tienen la frialdad del hielo, la aspereza del olvido.
Tratando de escuchar los cantos dedicados, las rosas almacenadas en aras de un nuevo comienzo, las promesas plasmadas en la mente, aquellas que se clavaron en el alma y se aferraban por hilos maltrechos al corazón, tuve que desalojarlas, arrancarlas a pesar de los inmensos dolores, pero era inútil conservarlas.
Respirando, hondo, cada vez mas hondo para no sentir que me faltase el aire, para no imaginar que las paredes se unen junto a mi cama para acurrucarme, para tratar de mitigar el frío que se siembra, pero no, el frío no viene de fuera, sino de mi propio cuerpo, casi inerte por unos momentos, un poco dramático y sombrío, pero no, no es duradero.
Cerrando las puertas, sufriendo las penas, tirando los días, matando sentimientos, que no deben vivir, o de lo contrario sufriríamos mas...
u.u
ResponderEliminarNo puedo decir algo alentador
porque me encuentro de la misma manera
ya un poco asimilado, pero aún triste
sí... terminé con saúl
tan triste la vida
Pero...
justo como lo marcas en esta entrada
"no es duradero"
Saldremos adelante porque siempre hemos salido adelante y siempre lo seguiremos haciendo :)
Te quiero :)